Apenas tres días después del Wacken Open Air, se llevaría a cabo el Party.San Open Air, otro importante festival realizado en el pequeño pueblo de Schlotheim, ubicado a pocos kilometros de la ciudad de Mühlhausen en Alemania.
Hasta allí llegaría RISE! en calidad de único medio uruguayo acreditado a este festival que se realiza desde el año 1996, y que tiene como característica el hecho de ser más underground y más extremo que festivales con producciones descomunales como el Wacken por ejemplo. Miles de personas se acercan cada año a este predio que cuenta con un escenario principal que incluye a los nombres más importantes, y una carpa con otro escenario donde bandas under locales tienen la posibilidad de darse a conocer ante un público más masivo de lo que acostumbran en sus shows propios. Por supuesto que además el predio está rodeado de stands de comida y mucho merchandising de sellos discográficos, tiendas de discos y accesorios, haciendo que se convierta en una verdadera fiesta del metal, donde por cierto se respira un ambiente familiar, ya que al ser un festival más chico, mucha gente se conoce y tiene su grupo de allegados.
Había sido advertido de la posibilidad de que lloviera y hubiera barro como se ha dado en alguna edición anterior, pero nada más lejos de la realidad en esta oportunidad. Días soleados con temperaturas extremas de casi 40 grados nos esperaban durante los cuatro días de estadía en el área del festival, siendo una tarea compleja conseguir un espacio en el que hubiera sombra, pero allí estaba para disfrutar de una maratón de excelentes shows rodeado de fans verdaderamente apasionados que soportan cualquier condición climática con tal de pasar un buen rato viendo algunos de los mejores exponentes del género tanto a nivel local como mundial.
Luego de un largo viaje, llegué a la ciudad de Mühlhausen en la tarde del día anterior a que comenzara el festival, donde un bus con el número 666 y el destino «To Hell» nos pasó a buscar para trasladarnos hasta el predio.
Al llegar a la zona del festival, un cartel grande que decía «Welcome To Hell» nos daba la bienvenida a lo que serían tres días de puro metal.
Durante ese día previo al comienzo del evento, el público iba llegando para armar sus carpas con tiempo, tomar algo y charlar, hasta que una vez oculto el sol comenzaría la «Metal Disco» llevada a cabo en la carpa, con DJ’s poniendo metal durante toda la noche, mientras el público tanto arriba como abajo del escenario hacía headbanging y disfrutaba con amigos.
El Jueves 6 de Agosto en la tarde, los suecos Degial inauguraban la edición 2015 del Party.San desplegando un Death Metal vieja escuela sin concesiones, con algunos elementos Black incluso en la estética (Corpse Paint incluido), ante un público fiel que los acompañaba desde las primeras filas bajo un sol que realmente quemaba.
Mientras al costado del escenario se desarrollaban Meet & Greets con diversas bandas en el stand de los colegas de las revistas alemanas Legacy y Deaf Forever, sería turno de una de las agrupaciones que más ha sorprendido en este festival, los norteamericanos Midnight. Primera vez que veía en vivo a este trío que comenzó siendo un proyecto solista de su vocalista Athenar, cuyo show superó mis expectativas y provocó la primer gran respuesta del público en el festival a puro headbanging. Musicalmente evocan a la vieja escuela donde el Speed Metal, el Rock N’ Roll y los guiños al Black conviven, algo así como un Motorhead más agresivo y un sonido más sucio a lo Venom, pero sin dejar esa sensación de ser una banda salida de la máquina del tiempo como sucede con muchas bandas que recrean una determinada época, sino que ellos lo hacen con su propia identidad. Esto se traslada también a lo visual, ya que salen al escenario encapuchados como verdugos y finalizan su presentación con el bajista y vocalista prendiendo fuego su bajo, mientras baja a saludar al público, poniendo nerviosos a los guardias de seguridad que se encuentran delante de las vallas.
Los legendarios thrashers Nuclear Assault continuarían la velada presentando un set con algunos de los mejores temas de su extensa carrera como parte de su gira despedida, que en realidad no significa el fin de la banda, sino que harán algunos shows puntuales y ya no más giras, como nos explicara su alto bajista Dan Lilker en la entrevista que nos concedió en esa misma jornada y que pueden encontrar en nuestra web.
El headbanging era constante a esta altura sin importar el calor agobiante, y uno tras otro pasaron temazos como «Brainwashed», «Critical Mass», «Hang The Pope» o la más reciente «Analog Man In A Digital World», cerrando con el clásico «Trail Of Tears». Una banda que a pesar de haber hecho grandes giras y haber tenido mucha exposición a fines de los 80’s con discos como «Survive» y «Handle With Care», sigue manteniendo el mismo espíritu under que en sus comienzos. Resultaba increíble estar viéndolos allí con tres cuartas partes de su formación original esa tarde.
Secrets Of The Moon, formados en 1995 en la localidad de Osnabrück, Lower Saxony, Alemania, brindaron una muy interesante performance que incluyó fuego saliendo del escenario, aportando un elemento adicional en lo visual a su particular Avant-Garde Black Metal atmosférico.
A esta altura ya era de noche, y el clima era ideal para la banda que venía a continuación, The Ruins Of Beverast, también provenientes de Alemania, activos desde el año 2003. Su estilo también transita por el sendero del Black Metal más atmosférico, pero con momentos más orientados al Doom si comparamos con lo ofrecido por Secrets Of The Moon anteriormente. La audiencia respondió muy bien a los locales, dejándose llevar por los sonidos atrapantes y oscuros del proyecto liderado por Alexander von Meilenwald.
Una de las bandas más importantes que ha dado Irlanda a la escena del metal es sin dudas Primordial, quienes a lo largo de los años han cosechado excelentes críticas tanto por su material discográfico como por sus shows en vivo, y esta era una oportunidad única de ser testigo directo de esto. Su presentación fue notoriamente enérgica y dinámica, con A.A. Nemtheanga (único miembro que utiliza corpse paint) demostrando ser un excelente frontman, manejando hábilmente al público a su antojo. La apertura estuvo a cargo de «Where Greater Men Have Fallen» de su aclamado último disco de igual nombre editado en 2014, pasando por la atmosférica «The Coffin Ships» de su clásico «The Gathering Wilderness» de 2005, culminando con «Empire Falls», tema que abre su álbum «To The Nameless Dead» de 2007.
Para cerrar la primera jornada del Party.San, era hora de recibir al plato fuerte de la noche, los polacos Behemoth, quienes se encuentran quizás en el mejor momento de su carrera luego de haber editado el formidable «The Satanist» el año pasado. Con una presencia escénica fuerte como ya nos tienen acostumbrados, salieron a demoler el escenario con «Blow Your Trumpets Gabriel», «Ora Pro Nobis Lucifer», y otros temas de sus últimos trabajos como «Alas, Lord Is Upon Me» y «At The Left Hand Ov God», mechándolos con himnos blasfemos más antiguos como «Chant For Eschaton 2000» y «Decade Ov Therion». Uno de mis favoritos personales, el clásico «Slaves Shall Serve», no fue parte del setlist en esta oportunidad, pero no se sintió su ausencia ante tal bestial show llevado a cabo por los polacos.
Luego de un descanso reponedor en la noche, comenzaba un caluroso segundo día en el Party.San, el cual prometía excelentes presentaciones, con mayor cantidad de bandas que el día inaugural. De este modo, a las doce del mediodía, la banda de goregrind holandesa Cliteater daba inicio a la jornada con un show más que entretenido, con varios personajes entre la multitud que se disfrazaron de manera bizarra para la ocasión, allí se podía ver de todo!
Uno tras otro pasaban los temas y el circle pit no se detenía, lo cual contagió al vocalista Joost Silvrants, quien mientras aún continuaba haciendo voces guturales, se lanzó sobre el público para hacer crowd surfing durante algunos minutos antes de ser devuelto al escenario. Un show realmente muy divertido.
Luego era momento de dos bandas suecas, primero Vanhelgd daría rienda suelta a un repertorio que incluyó temas de sus tres discos de estudio, a puro Death Metal de la vieja escuela al estilo Entombed, y minutos más tarde llegaría Gehennah, banda formada a principios de la década de los 90’s, cuyo primer disco «Hardrocker» vio la luz en 1995 y su más reciente lanzamiento es un EP titulado «Metal Police» de 2014, habiendo pasado ya diecisiete años desde su último larga duración «Decibel Rebel» de 1997. Si bien este cuarteto nunca logró jugar en las grandes ligas, cuentan con un reducido pero fiel grupo de fans que en esta ocasión también cantaron sus temas, principalmente «Bitch With A Bullet Belt» y «Hardrocker», siempre con un estilo que combina Thrash, Punk y el Rock N’ Roll más sucio, con guiños a Motorhead y Venom.
A continuación siguieron dos bandas que pasaron algo desapercibidas en comparación con el resto, pero que igualmente dieron muy correctos shows, empezando por los noruegos Aeternus, que mostraron su Black/Death Metal con riffs bastante técnicos, y luego los death metaleros Soulburn desde Holanda, integrados por el guitarrista Eric Daniels y el baterista Bob Bagchus, ambos ex Asphyx que formaron este proyecto en 1997, separándose dos años más tarde, y volviéndose a reunir en 2014, esta vez junto a Twan van Geel (Legion of the Damned) en bajo y voces, y Remco Kreft en guitarras.
Los locales Deserted Fear continuarían con un prolijo show de Death Metal, aunque sin muchas novedades, y enseguida llegarían los veteranos y también alemanes Postmortem, quienes fueron ovacionados apenas salieron a escena, lo que me permitió comprobar que en el under teutón han logrado tener un séquito de fans fieles a lo largo de los años, a pesar de que eso no se haya extendido al resto del mundo. La banda cuenta con siete discos de larga duración, siendo «The Bowls Of Wrath» su placa más reciente, de la cual extrajeron algunos temas para su set.
Continuando la tarde, llegarían los israelíes Melechesh (significa «Rey del Fuego» en hebreo), quienes se mudaron a Holanda por problemas religiosos en su país natal. A lo largo de sus ya más de veinte años de formación, se han ganado una buena reputación en la escena extrema gracias a su Black/Death combinado con melodías de medio oriente que calzan a la perfección en sus composiciones. Centrándose en temas de sus más recientes producciones, lograron contagiar a un público que no dudaba en moverse a pesar de las elevadas temperaturas.
Hay bandas que raramente uno piensa que tendrá la oportunidad de ver en vivo, ya que no suelen incluir a Sudamérica en sus giras, y una de esas bandas es Agalloch, quienes me generaban enorme curiosidad de ver como reproducen cortes de su más que interesante discografía. El tiempo en los festivales a veces es tirano en el sentido de que los sets son más cortos que en un show normal, principalmente cuando hablamos de un grupo cuyos temas sobrepasan ampliamente los cinco minutos de duración (y en muchos casos hasta los quince!), por lo que solo seis temas fueron parte del repertorio de los norteamericanos, pero fueron suficientes para apreciar aún más su música. Con apenas unas pocas palabras hacia el público, los Agalloch prefirieron que la música hablara por sí misma, y así pasaron entre otras, «The Astral Dialogue» del reciente «The Serpent & The Sphere» (2014), «Limbs» de su magnífico «Ashes Against The Grain» (2006) y «Hallways of Enchanted Ebony» del sorprendente disco debut «Pale Folklore» de 1999.
El sol se ocultaba junto a las atmósferas creadas por Agalloch, dándole lugar a los holandeses Asphyx cuando ya la noche comenzaba a emerger. La ya legendaria banda de Death/Doom Metal lógicamente cuenta con una gran cantidad de seguidores, quienes respondieron de manera eufórica durante su performance, la cual fue sumamente sólida, con mucho headbanging tanto desde arriba como desde abajo del escenario, gracias a temas como «Deathhammer», «Death The Brutal Way» y «Last One On Earth», con la que cerraron el show.
Cubiertos de sangre y bajo un juego de luces donde predominaba el rojo, salieron a escena los integrantes de Bloodbath, que actualmente son Jonas Renske (Katatonia) en bajo, Anders «Blakkheim» Nyström (Katatonia) y Per «Sodomizer» Eriksson (ex Katatonia) en guitarras, Martin Axenrot (Opeth) en batería, y la más reciente incoporación, Nick Holmes de Paradise Lost en voces, quien además llevaba una prenda de cura. La masacre musical comenzaría promocionando su último lanzamiento, primero junto a Nick en voces, «Grand Morbid Funeral» de 2014, con temas como «Let The Stillborn Come To Me», «Mental Abortion» y «Anne», que provocaron una reacción inmediata en la audiencia. Sin piedad continuaron con algunos cortes de discos anteriores, entre los que se destacaron «Breeding Death» e «Eaten», con un Nick Holmes en gran forma a nivel vocal.
Apenas minutos después, era momento de que los finlandeses Ensiferum dijeran presente en el Party.San con su Folk Metal de corte épico, presentando su último disco «One Man Army», lanzado a principios de este año a través del sello Metal Blade. Si bien tuvieron algunos problemas de sonido (los teclados raramente podían oírse), su show fue destacable tanto desde el punto de vista musical como visual, y un público que reaccionó de manera más que entusiasta, con circle pit incluido. «Axe Of Judgement», «Treacherous Gods» y «Lai Lai Hei» fueron algunos de los temas que formaron parte de su hora sobre el escenario.
Pasada la medianoche, se venía la última presentación de la jornada, y se trataba ni más ni menos que de Cannibal Corpse, quienes salieron a llevarse todo a su paso como de costumbre. Himnos de todas las épocas como «Devoured By Vermin», «I Cum Blood», «Evisceration Plague», «Stripped, Raped and Strangled», «Sentenced To Burn», «Kill Or Become», «Make Them Suffer», «A Skull Full Of Maggots» y por supuesto, «Hammer Smashed Face», estuvieron a la orden, y no faltó el headbanging constante de cada integrante de la agrupación. Un show con todo lo que esperamos de una de las bandas más importantes que ha dado el Death Metal para cerrar la jornada del Viernes.
El tercer y último día de festival nos recibía con otro amanecer soleado y caluroso, y luego de que los Cowboy Bob And Trailer Trash amenizaran la mañana en la carpa con su Country/Bluegrass, y de recorrer los diferentes stands, era momento de presenciar un buen show de Grindcore en pleno mediodía. Holocausto Canibal desde Portugal se encargaría de eso, con sus integrantes cubiertos de sangre, desplegando un potente y caótico show que hizo delirar a los fans del género, que al igual que el día anterior con Cliteater, parecían estar participando en un concurso por el disfraz más bizarro e hilarante.
Del Grindcore pasamos al Thrash/Speed de la vieja escuela, pero a cargo de una banda formada en el 2007. Se trata de Evil Invaders, una tremenda agrupación belga que hace rato está dando que hablar y está clarísimo el por qué. El cuarteto brinda un show que incluye agresividad y melodía en partes iguales, con una sólida presencia escénica que permite prestarles atención de principio a fin, y más si uno extraña los sonidos y la actitud de bandas como Exciter o Razor. Sin dudas esta fue otra de las tantas buenas presentaciones que tuvo este Party.San.
Un efecto diferente produjeron los desconocidos griegos Zemial, que en realidad es un proyecto personal de Archon Vorskaath, contando con músicos de sesión para sus presentaciones en vivo. Un show con mucho, mucho misticismo, quizás más apropiado para un teatro o un local nocturno más que para un festival al aire libre a plena luz del día, y quizás ese sea el motivo por el cual no pegó mucho en la audiencia, que de cualquier manera observó el show atentamente.
Las cosas se pondrían más brutales cuando los death metaleros brasileños Krisiun subieron al escenario, con el objetivo de devorárselo a puro machaque, riffs bestiales y voces guturales. Los sudamericanos presentaron material de su último disco «Forged In Fury» (2015), y algunos clásicos de siempre como «Vicious Wrath», y «Ravager» del aclamadísimo «Conquerors of Armageddon» editado en el año 2000 por el sello Century Media. Muy buen show del trío que al igual que en su presentación de 2008 en nuestro país, dejaron satisfechos a todos los presentes.
Uno de los shows más enérgicos del día fue el del trío norteamericano Toxic Holocaust, comandados por su líder Joel Grind. Fiel a su estilo de Speed/Thrash/Hardcore Punk old school, lograron concretar quince temas sobre el escenario, uno tras otro, con un sonido demoledor y un público que respondía acorde a semejante performance. Una verdadera lástima que se haya cancelado el tour sudamericano que los traería a nuestro país, porque de hecho son una muy buena banda para ver en vivo, y más aún si es dentro de un local, ojalá haya una nueva oportunidad!
Excelentes bandas ocupaban la grilla de este último día de festival, y era turno para la legendaria agrupación griega Rotting Christ, a quien tenía pendiente ver en vivo desde hace mucho tiempo. Y la espera valió la pena, ya que con la experiencia que les avala sus más de 25 años de carrera, brindan un show tan técnico como entretenido con la audiencia haciendo headbanging, y un Sakis Tolis que se dirige al público hablando en inglés, pero con un acento notoriamente griego.
Cortes de todas las épocas fueron parte de su repertorio, desde lo más atmosférico a lo más extremo, con material old school de discos como «Non Serviam» (1994) y «Triarchy Of The Lost Lovers» (1996), a su último trabajo discográfico editado en 2013.
El lugar de Ghost Brigade en la grilla pareció ser pensado estratégicamente para encajar de manera perfecta con el día, la hora y el clima del momento, para un atardecer de sábado ideal, con el sol ocultándose de a poco mientras las melodías compuestas por las guitarras de Wille Naukkarinen y Tommi Kiviniemi, las bases de Joni Saalamo (bajo) y Veli-Matti Suihkonen (batería), los teclados de Joni Vanhanen, y la voz de Manne Ikonen, sonaban desde el escenario.
Los nórdicos aportaron un clima diferente a la jornada, siendo una de las pocas bandas en utilizar voces limpias y climas melancólicos y desoladores, con su particular estilo difícil de definir, pero que ronda entre el Doom y el Post Metal.
Unos Kataklysm enchufadísimos tomaron el escenario para hacerlo vibrar una y otra vez, interactuando con el público en todo momento y logrando que este haga headbanging, crowdsurfing y moshpits, gracias a temazos como «As I Slither», donde el vocalista incitó al público a «testear el stress del personal de seguridad», «In Shadows And Dust», «To Reign Again», «Crippled And Broken» y «The Black Sheep», cuya inspiración fue el hecho de tener tu propia personalidad y no seguir al rebaño, según anunciara el vocalista con sus propias palabras. Un show aplastante que superó ampliamente las expectativas. Muy recomendable verlos en vivo.
Mayhem no solo ha sido una de las bandas pioneras y más influyentes del Black Metal Noruego que ha dejado su marca en discos clásicos como «De Mysteriis Dom Sathanas» (1994) o el primitivo y crudo demo «Deathcrush» de 1987, sino que siempre han estado rodeados de controversia, desde el suicidio de su ex vocalista Dead hasta su guitarrista Euronymous asesinado por Varg Vikernes, entre otros sucesos que han girado en torno a la banda desde sus inicios hasta la actualidad. Y esa noche también incluiría un par de sucesos extraños, o al menos diferentes a lo que acostumbramos a ver en un show de metal promedio.
Mientras «Deathcrush» comenzaba a sonar, los integrantes fueron tomando el «Hell Is Here», tal como se denomina el escenario principal del Party.San, esta vez con una escenografía acorde al show que presenciaríamos, incluyendo un altar hecho de cráneos y huesos desde donde el vocalista Attila Csihar vestido de cura de algún culto oscuro recitaría sus versos cargados de blasfemia ante una legión de fans de todas las edades que no dudaba en mover sus cabezas ante el extremo sonido que provenía de los amplificadores. Además de Attila; Teloch y Charles Hedger en guitarras, Necrobutcher en bajo y el eterno Hellhammer en la batería eran los responsables de semejante muralla de sonido que imponían temas como «My Death» o «To Daimonion». La banda hacía uso de la pirotecnia en su show, y dado que en ese momento de la noche había bastante viento, las llamas que salían desde abajo hacia arriba del escenario apuntaron un par de veces hacia los músicos, aunque estos estaban ubicados más atrás que el lugar donde salían las llamas, pero este hecho incomodó a Necrobutcher, quien tomó el micrófono y comenzó a insultar al encargado de la pirotecnia acusándolo de hacer un mal uso de la misma. «Me querés matar hijo de puta!?» gritó el bajista enfurecido, hecho que me hizo recordar instantáneamente al documental «Metal: A Headbanger’s Journey» cuando el propio Necrobutcher con unas copas de más insulta a Sam Dunn, quien lo estaba entrevistando para dicho documental.
Continuando con el show, el caos black metalero continuó con «Freezing Moon», y para el final llegó «Pure Fucking Armageddon» que tuvo un final abrupto dejándonos a todos con la interrogante de si el show había terminado o no, si es que la banda había quedado molesta por los problemas con la pirotecnia o qué fue lo que sucedió, y aún más extraño fue que segundos después de que se retiraran del escenario, y mientras sonaba el clásico de Screamin’ Jay Hawkins, «I Put A Spell On You», Attila volvió a salir aún con su vestuario de cura haciendo la mímica de la canción provocando algunas risas entre los presentes. Uno de los shows más extraños presenciados sin dudas.
Los británicos My Dying Bride vendrían a continuación, siendo una de las bandas que en lo personal más ansiaba ver en este festival, y definitivamente colmaron mis expectativas. Es que tanto en estudio como en vivo, la banda logra emocionar y sensibilizar al escucha mediante composiciones melancólicas, sentidas, ya sea en pasajes tranquilos o en los momentos donde el vocalista Aaron Stainthorpe se explaya en sus versos con voces guturales.
La banda, que desde el año pasado cuenta con el retorno de su histórico guitarrista Calvin Robertshaw, presentó un set de seis temas compuesto por «Your River», «A Kiss To Remember», «Catherine Blake», «Turn Loose The Swans», «She Is The Dark» y la formidable y recordada «The Cry Of Mankind».
El cierre de la edición 2015 del Party.San estuvo a cargo de los suizos Samael, quienes darían un show muy especial conmemorando el vigésimo aniversario de su disco «Ceremony of Opposites», el cual tocarían completo, por lo que sus fans estaban de parabienes. Muchos de estos temas no han sido tocados frecuentemente en los últimos años, ya que la banda ha ido cambiando su dirección musical, así que era una oportunidad única de escuchar joyas como «Black Trip», «Son Of Earth» y «Baphomet’s Throne».
El único punto desfavorable es que la batería original del álbum fue reemplazada por una batería programada para el show en vivo, pero más allá de ese detalle, la banda le hizo justicia al álbum complaciendo a la multitud que aún quedaba presente pese al cansancio de tres días consecutivos de festival.
Además hubo lugar para algunos cortes de otros trabajos como «Jupiterian Vibe», «Slavocracy», «My Saviour», entre otros, cerrando de esta manera una nueva edición de un festival que sigue creciendo gracias a su excelente grilla que hace un balance entre bandas legendarias, otras recientemente consagradas y algunos buenos exponentes del under, además de una muy destacable organización, que se preocupó en todo momento por la seguridad, la higiene, la comida y todo lo que se necesita para pasar un buen rato en una verdadera fiesta de metal.
Esperamos volver pronto!